LA ESPONTANEIDAD DE LOS NIÑOS EN EL ARTE
¡Buenas!
Hoy desde PASIVERA venimos a hablaros de algo a lo que en nuestra sociedad no se le suele dar el valor que merece: la expresión artística.
Además, queremos hablaros de ello como medio de expresión y de protección de la espontaneidad de los niños.
Hablaremos pues, sobre todo, desde el punto de vista de Arno Stern.
Si te interesa esta temática, ¡sigue leyendo!
“La expresión es un arte, y una de sus múltiples funciones es establecer una relación sana entre el individuo y la sociedad” (Barrio, R., 2016).
Algunos estudios recientes demuestran que, a través de la Educación Artística, no sólo se propaga y desarrolla el valor estético, sino que se facilita el nacimiento de las capacidades creativas, liberando además, a veces, traumas inconscientes que dificultan a los niños la correcta comunicación con el medio y sus iguales.
El arte como terapia, tiene un efecto de catarsis tanto en el espectador como en el artista.
Desde el punto de vista de la Pedagogía Activa, y siguiendo un poco la práctica que lleva a cabo Arno Stern, el arte es mucho más que simplemente llevar a cabo esa acción, es un juego para los niños y niñas y una manera de descubrir el mundo y descubrirse a ellos mismos.
La expresión artística cobra gran importancia dentro de la Educación Activa, gracias a las investigaciones de Arno Stern durante la Segunda Guerra Mundial.
En el desarrollo de esta actividad se tiene en cuenta la diversidad y las características que hacen a cada uno diferente, que nos permiten ver que cada persona tiene algo diferente que ofrecer y que eso no es ni bueno ni malo.
Todos tenemos derecho a expresar lo que somos sin comparaciones ni competiciones.
La expresión artística fomenta el uso del arte como una herramienta para suplir la necesidad de expresar las emociones y sentimientos, así como también de lo que hay dentro de uno mismo, como un refugio o lugar seguro donde dejarte ser, como medio para fortalecer tu propia personalidad y como una herramienta para divertirse y evadirse.
El trabajo de Stern en un campo de refugiados, le permitió descubrir el gran poder transformador que tiene y su efecto sobre el desarrollo de los niños y niñas.
Las investigaciones de Arno Stern
sobre el trazo en todo el mundo han probado que niños y adultos realizan
las mismas figuras y dibujos en todas partes, sea en el mundo
«civilizado» o en el lugar más escondido de la selva de Brasil. La
constatación de una «memoria orgánica» innata y universal, que se
expresa a través del dibujo libre y espontáneo, le ha llevado a enunciar
la teoría de la formulación.
Lo ideal es que el niño o niña se exprese de forma libre, sin seguir unas expectativas externas que lo condicionen y le alejen de sus intereses. De esta manera, él o ella exteriorizará sus pensamientos e ideas por medios no verbales.
Según Castro, J.M. (2002), existen tres principios fundamentales dentro de la expresión artística:
- Principio de la diversidad: en el taller, las relaciones no son solamente entre adultos. Se trata de un espacio en el que conviven personas de diferentes edades y entre ellas se genera una relación. Son relaciones abiertas, en las que niños y adultos hablan entre ellos de su trabajo, de lo que les preocupa, etc. Hablan de todo, pero nunca de lo que pintan.
“Uno de los descubrimientos de Arno Stern, es que lo que hacen en estas condiciones no es arte, no es para la comunicación, sino para la expresión. Esta se entiende como aquello que está en nuestro interior y debe ser emitido, pero no destinado ni dirigido a nadie, ni tampoco conteniendo ningún mensaje. Se comunican directamente entre ellos y ellas, pero no a través de nada”.
- Principio del juego: en estos grupos totalmente heterogéneos no hay enseñanza, sino un juego.
- Rol del acompañante: el adulto durante el taller sigue las bases del acompañamiento respetuoso. Se limita a servir el trabajo de los niños y niñas y no ofrece ningún tipo de instrucción, pues ellos y ellas aprenden jugando. Como todo profesional, el educador debe conocer perfectamente el juego y sus mecanismos para que este sea servido de una forma adecuada y pueda crear unas condiciones.
Arno Stern, a través de su metodología de a formulación, fomenta que niños, jóvenes y adultos disfruten del juego de pintar sin inhibiciones, sin pretensiones, sin juicios y sin competición, con la pasión y el placer de hacer lo que se quiere, sin esperar nada a cambio.
Si te interesa profundizar acerca de la formulación de Stern, puedes visualizar el siguiente vídeo o acceder a este link.
Nosotras creemos que el uso de las artes tiene beneficios tales como facilitar el autoconocimiento y la conexión con las emociones, así como también su expresión.
Y tú, ¿qué piensas?
Referencias bibliográficas:
- Castro, José Miguel (septiembre, 2002). Educación Creadora. Encuentro de Crianza. Seminario llevado a cabo en la conferencia de la Asociación Haurdun, Gamiz.
- Duncan, N. (2007). Trabajar con las Emociones en Arteterapia . Arteterapia - Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social, 39-49.
- Díaz, V. (2020). Déjate ser y exprésate. Memoria de prácticas. Uex.
- Barrio, P. (2016). Pintamos la música: Propuesta de innovación artística en el aula.
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